Verdades de perogrullo

Pero Grullo es un personaje de la tradición literaria de los siglos XVI y XVII al que se le atribuían frases o sentencias que parecían sabias, pero en realidad eran simplezas o afirmaciones obvias.

No niego que la mayoría de mis posts sean obvios, lo son. Pero me divierte escribirlos. 

Este además de obvio me parece necesario, por si a alguien le sirve, porque a veces, necesitamos escuchar que: “Cuando el sol se pone, es de noche y cuando se va la noche amanece”. 

Estamos ante una situación de tragedia y todas las personas adultas, en general, estamos consumiendo una cantidad de información superior a la normal.

Y lo estamos haciendo a través de dispositivos tecnológicos que no solo informan sino que también alimentan bulos y desinformación en muchos casos. En momentos de crisis, es demasiado fácil caer en la trampa de las noticias sin verificar, y esto puede ser realmente doloroso.

Pero, ¿y las niñas y niños? Tenemos que detenernos un momento y poner la mirada en nuestras criaturitas que están consumiendo información de segunda mano no adaptada a sus necesidades.

Sobra decir que esta sobreinformación, que nos agota a las personas adultas, resulta indigerible para los peques. 

Vulnerabilidad, miedos, inseguridad, dudas… no tienen la capacidad de procesar ni entender la magnitud del desastre. 

Dependiendo de la edad debemos abordarlo de una u otra manera, y también dependiendo del grado o no de cercanía a lo que ocurre.

Para los más peques, lo idóneo es que no estén expuestos a noticias, imágenes, redes sociales. Ni en esta noticia ni en ninguna.

Su cerebro está en formación. El desarrollo neurológico de los niños es muy sensible a las experiencias emocionales intensas, y la exposición a imágenes de catástrofes puede tener una impronta emocional innecesaria para su desarrollo y que puede afectar a su bienestar. 

Obviamente si preguntan, tenemos que darle respuesta. Los “silencios” hablan demasiado. 

Una respuesta sencilla: “Hubo una fuerte tormenta, y ya hay personas ayudando a quienes lo necesitan”.

Por favor, la política fuera, nuestras opiniones o certezas ideológicas pueden generarles inseguridades que no necesitan. Y si de verdad sientes una inseguridad desde la mirada adulta, toma acción. 

Ser honesto no está reñido con ser cauto con la información que damos asegurándonos que puedan manejarla. 

“Para encontrar lo que buscas, tienes que buscarlo.”

Frase de Pero Grullo, documentada en refraneros del siglo XVI y XVII.

Puede que nos pregunten, quieran saber, se comente en el cole.

Es un momento para educar en tecnología.

Buscar una noticia “curada” que no sea sensacionalista, lo más objetiva posible y leerla juntos o verla.

Este ejercicio requiere de habilidades adultas para encontrar esa noticia, ¿deberíamos de preguntarnos si nosotras y nosotros mismos estamos listas y listos para este nuevo paradigma informativo?

Obvio la respuesta porque será otra verdad de Perogrullo. 

Por supuesto, preguntarles cómo se sienten sobre lo que han visto o escuchado, y explicar con CIENCIA, no con OPINOLOGÍA, cualquier malentendido o información inexacta que puedan tener.

Para los más mayores, tenemos otra súper-oportunidad de educar en tecnología.

Enseñar a buscar información fiable en las redes, la web, incluso Chat GPT. Esta es una oportunidad educativa para explicarles cómo funciona la desinformación y la importancia de verificar las fuentes antes de confiar en cualquier noticia.

Puedes mostrar cómo diferenciar una fuente confiable de una dudosa y discutir con ejemplos cómo identificar noticias falsas. 

Y también, es un buen momento para separar lo objetivo de aquello que es ideológico. Antes o después formarán sus propios valores políticos y nuestra tarea también es acompañarles en esa construcción.

Otra obviedad de Perogrullo sería decir que deberíamos hacerlo sin sesgos propios, pero… ¡ay Mafalda! que hemos topado con la política. En este caso, it’s up to you. No me meto en este barro. 

Es importante dedicar tiempo a explicar que situaciones de tragedia como esta reciben mucha cobertura mediática, con imágenes impactantes y reportajes constantes que lo ocupan todo. Es momento de introducir términos como prensa amarilla, sensacionalismo, clickbait, audiencia…

Discutir sobre cómo el sensacionalismo puede generar pánico innecesario y cómo es mejor mantenerse informados de manera equilibrada, seleccionando medios que presenten los hechos sin exageraciones.

Y finalmente, para nuestras y nuestros pre y adolescentes. En muchos casos tendrán ya redes sociales propias.

Lo ideal sería haber trabajado previamente en cómo validar con ellas y ellos los bulos, enseñarles a no compartir algo sin tener la fiabilidad de que es lo correcto, ya que puede dar lugar a más problemas y elegir bien a quién seguimos. 

En definitiva, educarles en la responsabilidad y la ética digital y cómo nuestras acciones en línea pueden tener un impacto real.

Pero no solo es momento de alarmarse, como siempre, en la tecnología hay una parte positiva.

Hemos visto que las redes pueden convertirse en una red de solidaridad.

Es una oportunidad para incentivar a los adolescentes a usar sus habilidades digitales para el bien, para la ayuda.

La tecnología no solo es un vehículo de información, sino también de conexión y acción comunitaria.

Si nos convertimos en guías podemos enseñarles a utilizar la tecnología con conciencia y empatía, y esto puede marcar una gran diferencia en cómo enfrentan y procesan estas situaciones de tragedia.

Nuestra planta de hoy el trébol.

Te dejo a ti valorar porqué la he elegido. 

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