Hasta siempre 3conlasmaletasacuestas
- febrero 21, 2023
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¿Cuándo cierras un blog dónde van los “ceros” y “unos”? ¿Se les entierra en algún lugar o les dejas vagando por el universo digital hasta el fin de los tiempos? ¿Qué tiempos? ¿Los tiempos digitales o los tiempos de los humanos que habitamos por aquí? ¿Le importa a alguien además de a uno mismo lo que pasa con su blog? Un blog al que, en el caso más favorable, has dedicado tiempo y en el más desfavorable hasta has invertido sin ningún tipo de resultado.
¿Guardas religiosamente los posts en una carpeta llamada “el blog XXXX” y la haces una copia de seguridad “por si acaso” o directamente das a borrar y vacías la papelera de reciclaje por si se escapa alguna falta ortográfica que no corregiste?
¿Te pones un té y miras por última vez lo bien que se veía en el móvil cada entrada como quien despide un féretro o lo dejas en borrador en tu WordPress por si un día vuelves a ver cómo está?
En un blog personal hay muchas cosas más allá de ceros y unos, palabras SEO, frases de manual de copywriting e imágenes que has ido coleccionando para poner en cada entrada.
Hay tiempo, dedicación, conocimiento, esfuerzo, ganas de que te lean, ganas de escribir las entradas, deseos de aportar y contribuir, ilusiones, conexiones que haces con otras personas que te han leído.
Hay un poco de una vida virtual que nos resistimos a imaginar pero que ya convive con nosotros.
Igual que delante de tu madre no dices palabrotas y te cortabas de ponerte una segunda copa en la cena de Navidad no mostramos todas nuestras caras en la vida virtual, al igual que no lo hacemos en la vida real. Y no pasa nada.
Es un síntoma de inteligencia emocional, pertenecer al grupo significa adaptarnos a las normas de convivencia de cada grupo. Ahora bien, puedes hacerlo dando en cada momento tu mejor versión y ser honesta o puedes ser un gilipollas.
Entre “mamá, ya sabes que trato de no decir palabrotas porque no te gusta aunque las digo cuando estoy en otro entorno” y “mamá, ya sabes que yo nunca digo palabrotas porque no soy como esa otra gente malhablada” hay un o una idiota de diferencia.

La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones. Marie Curie.
Yo acabo de cerrar una vida virtual, se llamaba 3conlasmaletasacuestas. Un blog que nació en 2019 como un proyecto personal y familiar con una única finalidad, contar que viajar y educar van de la mano en una simbiosis muy especial.
Era un blog de viajes para educar, o un blog para educar viajando, en ambos casos intentando transmitir que la visión de la educación y la mirada a la infancia debe cambiar y ser más respetuosa adaptándose a los nuevos descubrimientos científicos sobre el funcionamiento del cerebro infantil.
Era un blog cuyo contenido era único, se diferenciaba de los blogs de viajes por su carácter educativo basado en la neurociencia, el sentido de la pertenencia, el respeto a la infancia y dónde el amor y el humor cruzaban cada línea para tratar de hacer sentir bien a quien pasara por allí.
Ha sido un blog muy disfrutado que me trajo el premio Blog Revelación de la Comunidad Madresfera a raíz de lo cuál nació mi colaboración con esa comunidad a través de diversos podcasts que se han consolidado en la sección SOMOSTRIBU.
El blog también me ha llevado a la televisión y a la prensa local. Es decir, lo que nació en la vida virtual pronto cruzó a la vida real. Como intenté no ser una gilipollas la mayor parte de las veces (no siempre lo conseguí) la gente dice que me parezco mucho a la Cristina que escribía los posts.
Cuando me senté a decirle a mi blog que íbamos a cerrar, que no era él, que era yo, y todo eso que se dice en las rupturas de las novelas quedamos que no le iba a dejar vagando por el metaverso. Y le prometí volver al lugar al que pertenecía, el mundo de las letras.
Llevo escribiendo desde que aprendí. Libros y letras han rodeado mi vida. Primero esas frases simples de “mi mamá me mima”, luego los diarios donde me contaba mis miedos e ilusiones por si no me había enterado bien al pensarlar, historias para mi hijo, cartas de amor y de despedida, relatos de concursos locales, cuadernos llenos de historias… y el blog.
Por eso el blog se convertirá en libro, mi libro, “3conlasmaletasacuestas, biografía autorizada de un blog”.
Porque había que enterrarle en un ataúd bien bonito.
Eso son los libros, ataúdes bonitos llenos de historias que se acaban con la última frase.